1. Evita el agua muy caliente, reseca la piel. Preferible el agua tibia
  2. Realiza baños cortos de 5 minutos en promedio
  3. Usa productos limpiadores adecuados para tu tipo de piel, olvida los jabones de tocador, usa como mínimo un jabón de glicerina para bebé o Dove clásico, y si tienes piel muy sensible con alguna enfermedad, consulta por el dermolimpiador más apropiado.
  4. No uses esponjas para frotar la piel y luego del baño, seca en toques de manera suave
  5. Hidrata tu piel después del baño.

 

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